Monday, September 29, 2008

Libertad (Epílogo): La Verdadera Libertad y la Paradoja de los Tiempos

Para terminar este pequeño tratado en el tema “Libertad”, ahora me dedicaré a hablar de la Libertad Verdadera.

La Libertad Real sobrepasa meros aspectos socio-económicos y políticos, y se adentra en lo más íntimo del corazón humano. La Libertad Real es experimentada cuando somos liberados de las cadenas de la esclavitud que detallé en el tomo anterior, y somos libres de vivir bajo esos estilos de vida.

Pero la Libertad Real no es una Libertad Anárquica ni mucho menos Humanista. Todas las otras Libertades ponen al humano en el centro, como si nosotros fuésemos los amos y señores de nuestra existencia. No – la Libertad Verdadera pone a Dios al centro, el verdadero dueño y señor de todo en este mundo.

Por tanto, cuando uno confía en Dios, uno es libre de vivir bajo el mandato de Dios – uno es libre de la oscuridad que yace sobre nuestro entendimiento. Uno es libre de dejar de escuchar a las mentiras del Jardín del Edén, y vivir para nuestro Rey – Dios mismo.

Esa libertad, estimados lectores, también fue escrita con sangre en una tarde de viernes a las afueras de Jerusalén, mientras Cristo mismo era colgado de una crux romana, para la burla de los asistentes. En ese espectáculo brutal y dramático (tirándole al Romanticismo) fue que la Libertad Verdadera fue comprada - es por esa razón que decía que la idea de "sangre comprando la Libertad" no era una idea original del Romanticismo.

Comprados, pues, para ser libres, ahora vivimos para Dios – siendo hechos libres de lo que nos esclavizaba cruelmente, descubrimos que la Verdadera Libertad es dependiente de Dios , y no se encuentra jamás cuando uno es independiente de Dios.

Nuestra Libertad es vivir en Dependencia de Dios.

La paradoja de los tiempos y la libertad comprada en un espectáculo grotesco y aparentemente sin importancia – así es como actúa nuestro Dios, para humillar la tonta “sabiduría humana” y glorificar el nombre de Cristo Jesús, El Salvador de la Humanidad.

Vive la Liberté!

¿Y vos sos libre?

Libertad (Tomo Cuatro): ¿Independientes de Dios?

Hemos visto en los pasados tres tomos que la Libertad política y económica, aunque alcanzada por sangre y sudor, no es la Libertad final o integral.
Como lo explicaba en “Una Libertad Esclava”, la Libertad humana ha sido malentendida. Pensamos que somos ‘libres’, pero en realidad vivimos esclavos. Pero aún la búsqueda de Libertad e Independencia no es nueva, y es aún más vieja que la historia del Éxodo que detallé en el tomo anterior. Aún en el jardín del Edén vemos el primer ejemplo de una Libertad que terminó en esclavitud – Adán y Eva pensaron que podían vivir “liberados” de la Palabra de Dios, pero grande fue su desilusión cuando la maldición de Dios cayó sobre ellos. Viviendo independientes de Dios no pudieron alcanzar aquello que desearon, porque cayeron en la mentira y en la trampa engañosa.

Creyeron ser libres - pero Dios siempre tuvo el control.

Aún en el Siglo XXI, buscamos esa tan deseada Libertad “Prohibida”. Los adolescentes desean libres de sus padres, los empleados desean ser libres de sus jefes y sus obligaciones laborales, los pueblos desean ser libres de los “malévolos Gobiernos” y convertir todo en anarquía social, la gente quiere ser libre de la culpa que la religión trae consigo.
En definitiva, y por sobre lengua, nación, raza o edad, todos también anhelamos ser independientes de Dios. Queremos ser “Libres”, tener las agallas de decir “Dios, no me interesas – yo soy libre”. Repetimos el mismo error de Adán – y de hecho, hemos sido hechos esclavos a eso.

Buscando libertad, encontramos esclavitud. Queriendo ser libres de Dios, nos encontramos con estilos de vida que nos encadenan en sus redes. Vivimos encadenados en nuestro egocentrismo, en nuestro hedonismo de placeres instantáneos, en aquellos deseos prohibidos que crecen como espuma y que nos atormentan la mente al darles rienda suelta.

A pesar que tenemos leyes y estatutos, éstos solo nos sirven para hacernos ver lo que deberíamos hacer y dejar de hacer, pero que no hacemos. La ley y el estatuto son incapaces de darlos la capacidad de obrar de acuerdo a dicha ley y estatuto, y por tanto vivimos esclavos, de la misma manera como los parisinos vivían esclavos a la Casa de Borbón.

¿Que haremos, pues, en vista de semejante esclavitud?

¿Pueden las Libertades Socio-Políticas permear en la inherente maldad en nuestras vidas?

Libertad (Tomo Tres): La Sangre Por La Libertad

Una de las cosas que aún me llama la atención de las obras artístico-literarias del Romanticismo de los Siglos XVIII-XIX es el dramatismo y el sufrimiento por la causa noble. Aún en la pintura de Delacroix podemos ver lo dramático de ver la Libertad correr por sobre los muertos en las barricadas urbanas, aquellos héroes que han muerto por la causa patriótica.

Nuestro Himno Nacional, compuesto por Juán Aberle y Juán José Cañas, refleja aquellos ideales del Romanticismo de antaño, especialmente en lo referente a la lucha y el sacrificio de muchos para alcanzar la autonomía nacional.

El Salvador…
Le protege una férrea barrera
Contra el choque de ruin deslealtad,
Desde el día que en su alta bandera
Con su sangre escribió: ¡LIBERTAD!

Vemos, pues, que se reconoce que la Libertad de la República de El Salvador fue alcanzada con sangre. Pero el Romanticismo no solo llega al Himno de El Salvador, sino que hasta logró colarse en un himno polémico que fue estrenado en los años 80’s, en el fratricidio vergonzoso.

Libertad se escribe con sangre
Trabajo con el sudor
Unamos sudor y sangre,
¡pero primero El Salvador!

[Pero no nos desviemos de tema. No vine a hablar acerca de lo apropiado o no de dicha frase, sino que de otra cosa más importante. Por tal razón pido a los lectores guardar la cordura.]

En fin, lo interesante es que ese ideal, por tan romántico que parezca, no viene siendo nada nuevo. La libertad del pueblo judío también se escribió con sangre, en aquel día en el cual Moisés salía de la frontera egipcia guiando a los judíos a través del desierto. La liberación de Israel de entre las garras egipcias se dio después que el ángel de la muerte arrasara toda la región del Nilo, en aquellas casas en donde no hubiese sangre de cordero sobre el dintel de la puerta.

Ahora, en el Siglo XXI, en la era de las comodidades y el hedonismo, se nos olvidó que nuestros antepasados sudaron penas, sangre y sufrimiento por ver una nación independiente. Se nos olvida que la Libertad viene a precio de sangre.

Thursday, September 18, 2008

Libertad (Tomo Dos): Una Libertad Esclava

La palabra "Libertad" tenía un connotación distinta en aquellas calles que terminaron en La Bastilla un 14 de Julio de 1789, donde los Parisinos ferozmente atacaron aquella vieja prisión.

La búsqueda de Libertad nunca volvió a ser igual - una insurrección que fue la transición entre la Edad Moderna y la Edad Contemporánea, la cual tuvo grandes consecuencias en el resto del mundo. La "Libertad" de entonces era una libertad que buscaba liberarse de las garras de la Monarquía, aquel Antiguo Régimen que privaba a los ciudadanos de sus libertades básicas.

Hoy en día, en la vox populi del Siglo XXI, muchos hablamos no solo de libertad política o económica, sino de libertad en todos los ámbitos de nuestra existencia. Platicando con un ateo, me dijo que se adscribía a dicha creencia para "ser libre de todo", para no vivir atado a una religión que le encadena y prohibe.

A pesar de la Libertad política de la Francia Revolucionaria y la Libertad política de la República de El Salvador, ambas libertades son, han sido y serán puestas en jaque por otros poderes que se sobreimponen por la tan añorada libertad.

El hombre del Siglo XXI es "libre" - libre de hacer lo que le plazca. Pero ¿aprovecha su libertad para hacer algo bueno? Vemos, pues, que un mundo "libre" no es ni tan libre, sino que vive esclavo a si mismo. Quizá los Parisinos de antaño sufrieron bajo las Monarquías Borbónicas, pero los Parisinos actuales sufren bajo la esclavitud del egocentrismo, del materialismo y del hedonismo.

Las Libertades Políticas son parciales - no completas. El hombre no soporta tener tanta "libertad" en sus manos, y rapidamente se vuelve a esclavizar a otros amos que aunque no tienen corona física ni palacio tangible, son tan reales como alguna vez lo fue el mismísimo Luis XV: el dinero, la fama, la gloria humana, la aceptación, la satisfacción inmediata, etc.

Rayando ya lo filosófico, el día de hoy hemos de preguntarnos - ¿somos realmente libres? ¿Libres de qué?

¿Cual es la Libertad que tanto buscamos, aún los que viven en países más libres que el nuestro?

¿Trasciende la Libertad los aspectos meramente políticos y económicos?

¿Habremos de encontrar esa tan deseada Libertad?

Libertad (Tomo Uno): Independencia Centroamericana

Una de las imágenes más impresionantes que expresa el Patriotismo y la Lucha de un Pueblo es la que pintó el francés Eugène Delacroix, titulada "La Libertad Guiando al Pueblo" [La Liberté guidant le peuple].

En dicha obra se puede admirar a la Libertad en figura antropomorfa, izando la Bandera de la Revolución Francesa por sobre los que ya cayeron en batalla, guiando al pueblo Parisino a la batalla de insurrección que tendrá que ser peleada en contra de la Monarquía.

La Revolución Francesa marcó el inicio de una ola enorme de Independencias a lo largo y ancho de los grandes Imperios Europeos, cada provincia proclamando su autonomía de la Corona Imperial. Y es por esa razón que la pintura de Lacroix refleja el espíritu patriótico de los Pueblos, y en nuestro contexto refleja el espíritu de los eventos que marcaron el desintegro de la Capitanía General de Guatemala y el inicio de la noble pero fallida República Federal de América Central.

Muchos atardeceres han pasado en nuestra tierra desde que la Libertad avanzó por sobre la región, liberándonos del control de Madrid - y es ahora cuando más debemos de ver en retrospectiva y admirar nuestra Historia. Es ahora cuando con más ahinco debemos de admirar la obra de Delacroix y sumarnos a esa ola de parisinos que lucharon por una tierra libre. Es ahora cuando con más ganas debemos de seguir a La Libertad que aún ostenta la gloriosa bandera de El Salvador.

Levantémonos hermanos y saludemos a la Patria, llenos de orgullo al poder llamarnos hijos de Cuscatlán. Levantémonos todos y luchemos por un país mejor, recordando que no hay mejor tierra que la tierra donde uno nació, a la cual le debemos tanto. Levantémonos por nuestra Patria que agoniza en el Siglo XXI - Levantémonos y corramos junto a la Libertad, trabajando por el país.

Aunque el Romanticismo del Siglo XIX haya perdido ya su empuje, nuestro amor a El Salvador no tiene por qué.

No en vano lucharon nuestros antepasados por la tierra que era suya.

Thursday, September 11, 2008

Ese Martes Que Queda Para la Historia

Ese día parecía ser como cualquier otro – la monotonía del martes comenzaba desde temprano, cuando la voz de mi madre me levantó de nuevo. Después de un breve desayuno, me encaminé hacia la escuela, la cual quedaba –para mi conveniencia- a un par de cuadras de mi casa. Salí de mi casa a las siete puntuales - todo parecía normal, nada inusual, aún cuando a tres mil trescientos cincuenta kilómetros al noreste, el infierno ya había comenzado hacía diez minutos.

Ya en las cercanías del portón escolar me apresuré a entrar – el timbre estaba por sonar, anunciando el inicio de clases, puntualmente un cuarto de hora después de las siete de la mañana. Mientras me apresuraba hasta el salón de clases del primer año de bachillerato, iba ya un poco preocupado: en una hora tendría un test de física sobre el movimiento uniformemente acelerado, y aunque había estudiado bastante bien el día anterior, aún me sentía un poco nervioso.

La primera hora de clases pasó sin ningún otro contratiempo (como otro martes en el período escolar), pero la hora del test había llegado. Tengo que admitir que al ver las preguntas del test me sentí aliviado, porque los problemas se veían fáciles. Pero fue grande mis sorpresa cuando a medio test me di cuenta que había hecho los cálculos incorrectos, y apresuradamente comencé de nuevo.Suelo trabajar bien bajo estrés, pero no si ese estrés es demasiado grande. Para entonces ya había transcurrido la mitad del tiempo asignado para el test, y debía de correr en contra del reloj para poder terminar el mismo. Me puse nervioso, al punto que perdí un poco de concentración, sumado a que los demás ya iban terminando el test mientras yo apenas iba por la mitad. Me sentí frustrado, triste, porque a la hora que nos tocó entregar la papeleta no pude terminar de resolver el último problema. ¡Que rabia me dio, si tan fácil que estaba!

El timbre del recreo sonó en todo el recinto escolar, y los alumnos se precipitaban fuera de los salones para disfrutar los pocos minutos de libertad. Fue entonces que lo escuchamos por primera vez, aunque era nada más un rumor. No me acuerdo quien fue, pero alguien nos contó que habían lanzado un misil en contra del World Trade Center en Nueva York. Yo para ese entonces estaba tan bravo conmigo mismo que no me importó la noticia, y creo que le dije a uno de mis mejores amigos “A mi eso no me importa – lo que me importa es que no pude terminar el test a tiempo.” Me abruma aún ahora lo cegado que andaba por mi egocentrismo, mi inmadurez y mi falta de compasión. Mi mejor amigo casi me regaña por decir esas cosas, pero en fin, nadie sabía mucho de todos modos. Era solo un rumor.

Regresamos a clases – pero a la cuarta hora, teníamos una conferencia con una de las organizaciones que ayudó en la reconstrucción después del terremoto. Mientras nos dirigíamos al Auditorio, ya el rumor era un hecho: las torres gemelas en Nueva York yacían en el suelo, después de que dos aviones secuestrados se estrellasen contra ellas. Ya nadie puso atención en la dicha conferencia – todos nos preguntábamos que era lo que había pasado en la “capital del mundo occidental”.

Más tarde, en el segundo recreo, fue que nos informaron de la noticia – rápidamente fuimos a la Biblioteca a ver que información sacábamos de la Internet.

Quizá fuimos pocos los que nos dimos cuenta que ese evento cambiará el rumbo de la Historia. Ahora, en retrospectiva siete años después, aún cosechamos los frutos amargos de semejante tragedia.

¿Y vos, dónde estabas o que hacías el martes 11 de Septiembre del 2001, a las 9 de la mañana hora de Nueva York?